Al principio se confiaba en una pajita

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Al principio se confiaba en una pajita

    La obstrucción en el flujo urinario masculino, causada por el agrandamiento de la próstata, ha sido un problema clínico importante a lo largo de la historia de la medicina. En el pasado, la solución más inmediata era insertar un catéter (una especie de pajita) en el pene para restablecer el flujo. Esta práctica ya se usaba en los tiempos de los antiguos egipcios y por los chinos, como tratamiento para la retención urinaria aguda.

    All’inizio ci si affidava a una cannuccia
    Benessere Urinario - Prostata ingrossata
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    Sin embargo, solo en los últimos siglos se ha reconocido el papel del aumento del volumen de la próstata como causante de estos importantes trastornos.

    En particular, el médico francés Jean Riolan el Joven (1577-1657) fue uno de los primeros en sugerir que el agrandamiento de la glándula prostática podría determinar una obstrucción mecánica del flujo vesical. Por otro lado, el médico italiano Giovan Battisti Morgagni (1769) descubrió que este agrandamiento era más frecuente en la vejez.

    También en esos años (1786), el médico escocés John Hunter, en su «tratado sobre enfermedades venéreas», reveló la influencia que las hormonas producidas por los testículos tenían en la estructura y en la función de la próstata.

    También observó que la castración de los animales causaba una reducción en el tamaño de la próstata. Esta información condujo a las primeras terapias hormonales para la hipertrofia de la próstata en el hombre, obtenidas (¡ay!) con castración quirúrgica. Afortunadamente, hoy esto se evita gracias a la eficacia de los medicamentos actualmente disponibles, capaces de controlar el aumento del volumen de la próstata y los trastornos consiguientes.

    Solo negli ultimi secoli è stato però riconosciuto il ruolo dell’aumento di volume della prostata nel provocare questi importanti disturbi. In particolare, il medico francese Jean Riolan il Giovane (1577-1657), fu tra i primi a suggerire che l’ingrandimento della ghiandola prostatica poteva determinare un’ostruzione meccanica del deflusso vescicale.

    D’altro canto, il medico italiano Giovan Battisti Morgagni (1769) rilevò che tale ingrossamento era più frequente nell’età avanzata. Sempre in quegli anni (1786), il medico scozzese John Hunter, nel suo “trattato sulle malattie veneree”, rilevò l’influenza che avevano gli ormoni prodotti dai testicoli sulla struttura e sulla funzione della prostata.

    Osservò inoltre che la castrazione degli animali determinava una riduzione delle dimensioni della prostata. Questa informazione condusse alle prime terapie ormonali dell’ipertrofia della prostata nell’uomo, ottenute (ahinoi!) con castrazione chirurgica.

    Fortunatamente, oggi tale evenienza è pressoché scongiurata grazie all’efficacia dei farmaci attualmente disponibili, capaci di controllare l’aumento del volume della prostata e i disturbi conseguenti.

    Benessere Urinario - Prostata ingrossata
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