Qué es la biopsia prostática
En algunos casos, sobre todo si el médico sospecha que puede haber una alteración tumoral de la próstata, puede ser apropiado realizar una biopsia de la próstata. Este examen consiste en tomar una muestra de tejido prostático para enviarlo al laboratorio de anatomía patológica para realizar investigaciones microscópicas (examen histológico).
Cómo se realiza una biopsia prostática
La biopsia generalmente se realiza por vía transrectal (recordamos que la próstata está en contacto con la pared del recto). La muestra del tejido prostático se lleva a cabo con una aguja que se introduce en la glándula, guiada por ecografía, para identificar con precisión las áreas de las cuales se tomarán las muestras.
Antes del examen, se realiza un enema para mejorar la limpieza e higiene del área rectal; para minimizar el riesgo de infección, también se prescribe una terapia antibiótica adecuada al paciente.
Durante el examen, la persona está acostada sobre el lado izquierdo. El médico introduce con delicadeza la aguja de biopsia en la próstata. La aguja extrae una pequeña muestra de tejido, que luego se extrae para examinarla con un microscopio.
Para que el examen sea más fiable, se deben tomar varias muestras. Sin embargo, en general, el examen dura solo unos minutos. La molestia principal que puede advertir al paciente es un ligero dolor en el momento de la punción. Además, dado que la muestra puede causar un pequeño sangrado, que se resuelve espontáneamente, en los días posteriores al examen el paciente puede encontrar rastros de sangre en la orina y en el esperma.