El médico de familia es siempre la primera referencia, si se producen trastornos urinarios o de otra naturaleza.
¿Quién es el médico de familia?
El médico de familia (también denominado médico de medicina general, médico de atención primaria o médico de cabecera) es un profesional independiente afiliado al Servicio Nacional de Salud. El ciudadano lo elige libremente como médico de confianza.
Qué hace
El médico de familia brinda atención de primer nivel en su consulta médica o, si es necesario, en la casa del paciente. Para este último aspecto, también participa en la activación y la realización de la atención domiciliaria integrada (ADI).
Principales áreas
Prevención
Gracias a la relación de confianza que establece con el paciente y el conocimiento de su estilo de vida, el médico de familia informa a la persona de manera específica. Las indicaciones del médico están dirigidas sobre todo al estilo de vida, es decir, a una alimentación correcta, a la necesidad de realizar actividad física, a los riesgos relacionados con el tabaco y el alcohol y, en general, a los comportamientos que se deben adoptar para la prevención de enfermedades. Siempre en el campo de la prevención, el médico de familia promueve los cribados (controles en toda la población), previstos a nivel nacional y regional, para el diagnóstico precoz de ciertas enfermedades (por ejemplo, enfermedades tumorales).
Diagnóstico precoz
Gracias a sus habilidades y al profundo conocimiento de sus pacientes, muy a menudo el médico de familia formula la primera hipótesis de una posible enfermedad; por lo tanto, tiene un papel estratégico en el diagnóstico precoz de enfermedades, requiriendo, en función de los síntomas manifestados por el paciente, las pruebas de diagnóstico más apropiadas y activando el envío al especialista para la posible definición adicional de la vía diagnóstica y terapéutica.
Gestión de la atención
El médico de familia es responsable de brindar atención a cada persona. Por lo tanto, evalúa, de vez en cuando, cuáles son los exámenes, visitas y terapias más adecuados para cada paciente. En este sentido, su competencia particular está dirigida a la gestión de las patologías crónicas, gestionando un plan de controles que se llevarán a cabo a lo largo del tiempo y estimulando a la persona a adherirse a su vía de atención.
En el caso de los trastornos urinarios: si estos trastornos son de primera aparición (nunca antes los había sentido), particularmente intensos y persistentes, siempre es recomendable consultar con su médico de familia.